Pizzería familiar recibe el apoyo de la comunidad en el sur de L.A.
La familia Galindo se ha ganado un lugar en el corazón de los amantes de la pizza
Junior Galindo prepara una pizza en Junior’s Backyard Pizza en el sur centro de Los Angeles. Crédito: Fotos: Isaac Ceja | Impremedia
Dos horas antes de cerrar, la masa para preparar pizza se terminó, los propietarios de Junior’s Backyard Pizza estaban tristes de tener que rechazar más órdenes, pero por otro lado la familia estaba feliz por la popularidad del emprendimiento que iniciaron en el patio de su casa.
“Empecé esto en casa y no sé qué pasa, pero está funcionando”, dijo Rito “Junior” Galindo, el padre de la familia. “Hemos estado bastante ocupados y hemos tenido mucha suerte últimamente”.
El sábado por la noche, algunas personas dijeron que vieron el emprendimiento en las redes sociales, otras personas simplemente caminando por la calle dijeron que les interesaba probar los productos del negocio y también fueron varios compañeros de escuela de los hijos de Galindo para apoyar.



Hace un año la familia necesitaba un poco de dinero y desde entonces Junior y su familia han vendido pizzas desde su patio en el sur centro de Los Ángeles.
Cada viernes y sábado desde las 5 hasta las 9 de la noche la familia ofrece pizzas de pepperoni, hawaianas, alitas de pollo estilo búfalo, pan de queso y nudos de ajo entre otras cosas. A veces tienen que cerrar debido a que trabajan en eventos de catering, pero por lo regular están rabajando en su patio.
Cuando comenzaron, Junior dijo que hubo muchos días en que sus únicos clientes fueron familiares o simplemente no vendieron pizza.
Junior tenía dudas de su producto. Creía que tal vez la salsa o la masa no estaban sabrosos o que a las personas no les gustaba su sazón. No obstante, dos meses después de abrir los clientes regulares comenzaron a llegar.
“Mis vecinos aquí empezaron realmente a ayudarnos y a apoyarnos en todo”, dijo Junior.
Antes de comenzar el emprendimiento, el latino trabajó en una pizzería como conductor de reparto y después lanzó un local de pizzas con un amigo por tres años y medio.
“Cuando pasó la pandemia y como yo vendía comida, siempre estábamos ocupados y nunca teníamos ese tiempo para estar en casa o simplemente relajarnos con la familia”, explicó Junior.
Ahora, el emprendedor está feliz de trabajar con sus hijos y mientras trabajan hablan de lo que pasó en la escuela o el trabajo y se ríen juntos siempre y cuando no están lidiando con una avalancha de clientes.
“En realidad es muy agradable porque no tienes que preocuparte por estar en un restaurante y preocuparte por dónde están tus hijos… A veces están enojados unos con otros porque algo sale mal o algo se quemó, pero así son las cosas”, dijo Junior sobre la experiencia de trabajar con familia.
Debajo de una carpa, Junior tira la masa al aire, la rellena con salsa y queso mozzarella y agrega los ingredientes que lee en los recibos de los pedidos lo más rápido posible.
Una vez que Junior termina la preparación su hijo, Iván hornea las pizzas y después las pone en cajas mientras el hijo menor, Cásar toma órdenes de clientes en la calle, construye cajas de pizza y toma pedidos por las redes sociales.


“Es divertido simplemente poder hacer pizzas, y todos a mi alrededor me conocen como el pizzero”, dijo Iván entre risas. “Así que invitamos a amigos y gente a venir, y es genial poder servir a la gente por aquí”.
Dentro de la casa, la esposa de Junior, Liliana Moya, prepara los ingredientes y la salsa para la pizza y también hornea las alas de pollo que venden.
César dice que es divertido tener el negocio familiar porque él hace publicaciones en las redes sociales y varias personas en la escuela dicen que han visto el negocio ahí.
Actualmente, el video más reciente del negocio familiar en Tik Tok tiene más de 370,000 vistas y más de 500 comentarios.
“Muchos de mis amigos vienen y, desde que nuestro TikTok se volvió popular, mucha gente de la escuela me dijo que había visto nuestros vídeos”, dijo Cesar. “Incluso algunos profesores me dijeron que habían visto nuestros vídeos y que querían probar la pizza”.
Después de que algunos vídeos del negocio se hicieron viral, Iván dice que ya ni tienen lugar para sus amigos debido a los nuevos clientes que los encontraron en línea.

No obstante, el joven latino dice que ha sido increíble ver el crecimiento del negocio familiar.
“Antes teníamos nuestras sillas afuera, un poco aburridos, simplemente sentados”, recuerda el mayo de los Galindo. “Quizás, con suerte, alguien venía y ahora, en cuanto salgo de la escuela, voy directo al trabajo, aunque abrimos a las 5:00, a las 3:30 me preparo para hacer todo”.
Para seguir y apoyar el trabajo de esta familia visita: @jrs_backyardpizza