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Apenas el 25% de las madres en EE. UU. reportan una salud mental “excelente”

La salud mental y física de las madres en EE. UU. ha empeorado en los últimos años, según un amplio estudio que advierte sobre sus efectos generacionales

Apenas el 25% de las madres en EE. UU. reportan una salud mental excelente

Especialistas resaltan la importancia de considerar la salud mental materna como un pilar del bienestar infantil.  Crédito: ME Image | Shutterstock

Un estudio reciente infrormó sobre el creciente deterioro de la salud mental y física de las madres en Estados Unidos, revelando una tendencia sostenida que va más allá del impacto de la pandemia.

La investigación, publicada en JAMA Internal Medicine, analizó las respuestas de más de 189.000 madres encuestadas entre 2016 y 2023, y sus conclusiones muestran un declive en el bienestar de quienes desempeñan uno de los roles más importantes dentro de la sociedad.

En 2016, el 38,4 % de las madres describía su salud mental como “excelente”, una cifra que descendió al 25,8 % en 2023. Este descenso refleja un cambio profundo en la percepción general que tienen las madres sobre su propia salud.

Durante el mismo período, aumentó la proporción de mujeres que calificaron su salud mental como simplemente “buena” o incluso “regular” o “mala”. De hecho, el número de madres que se ubicaron en esta última categoría subió un 64 %, pasando del 5,5 % al 8,5 %.

Jamie Daw, autor principal del estudio y profesor adjunto en la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia, señaló que estas cifras deben entenderse como una señal de alerta que trasciende la pandemia de COVID-19. “Vimos que estos descensos comenzaron antes de la emergencia sanitaria mundial, lo que indica que están ligados a cambios sociales y poblacionales más profundos”, explicó.

El deterioro no se limita al plano emocional

La salud física también mostró un declive. Hubo un 15 % menos de madres que afirmaron tener una salud física “excelente”, mientras que aumentaron los reportes de salud “buena”. Pero no todas las madres se vieron afectadas por igual.

Las más vulnerables como las madres solteras, jóvenes, con bajo nivel educativo o cuyos hijos eran multirraciales, sin seguro médico o con cobertura pública fueron las más impactadas por este declive, lo que pone en evidencia una desigualdad estructural que merece atención urgente.

Más allá de las cifras, los expertos advierten sobre el efecto dominó que este deterioro puede generar en las futuras generaciones. La Dra. Jade Cobern, pediatra y médica en medicina preventiva, destacó la importancia de considerar la salud mental materna como un pilar del bienestar infantil.

“Una madre con mala salud mental corre mayor riesgo de enfrentar complicaciones durante el parto y dificultades en la crianza que pueden afectar el desarrollo físico y emocional de sus hijos”, explicó. “Cuidar de sí misma es también cuidar a su bebé”.

La situación también toca a los padres, aunque en menor medida. Mientras una de cada 12 madres reportó una salud mental “regular o mala”, solo uno de cada 22 padres se encontró en esa misma categoría. Esta diferencia sugiere que la carga emocional y física de la crianza continúa recayendo, en muchos casos, desproporcionadamente sobre las madres.

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