Michelle Williams revela lo difícil que fue trabajar con Ryan Gosling en ‘Blue Valentine’
Michelle Williams reveló que convivir con Ryan Gosling durante Blue Valentine fue “horrible” por lo emocionalmente demandante del rodaje
Michelle Williams asiste al estreno de Dying for Sex de FX en el Teatro SVA el miércoles 2 de abril de 2025, en Nueva York. Crédito: Evan Agostini | AP
Por años, Blue Valentine ha sido aclamada como una de las representaciones más crudas y auténticas del desgaste emocional en una relación de pareja y Michelle Williams lo confirmó recientemente.
Pero lo que no se sabía en profundidad —hasta ahora— es cuánto costó emocionalmente a sus protagonistas construir esa autenticidad. Williams, en una conversación íntima durante el pódcast Armchair Expert, compartió los desafíos que enfrentó al trabajar junto a Ryan Gosling, revelando que el proceso fue mucho más intenso de lo esperado.
La actriz explicó que, tras haber rodado las escenas iniciales que retratan los momentos más tiernos de la relación entre sus personajes, se detuvo el rodaje por dos semanas. Durante ese tiempo, ella y Gosling convivieron en una casa, como si fueran la pareja en crisis que interpretan en la segunda mitad de la cinta. “Hacíamos improvisaciones durante el día, honestamente, para encontrar maneras de fastidiarnos mutuamente y destruir lo que habíamos creado”, contó Williams.
Aunque todo se mantenía en el plano profesional —como una especie de jornada de oficina entre las 9 y las 5, según detalló—, la intensidad emocional que exigía esa preparación fue agotadora. La actriz relató que el director Derek Cian los empujó a romper todo lo construido en la etapa inicial del filme: “Tenemos que arruinarlo y quemarlo”, les dijo. Para hacerlo literal, llevaron a cabo una especie de rito en el que quemaron la foto de boda de sus personajes.
Más allá de la actuación, la experiencia removió emociones personales. Williams confesó que le resultaba doloroso provocar rechazo en su compañero de escena: “No tienes que odiarme, porque ahora me odio a mí misma”, llegó a expresarle. Lo más duro, según ella, fue verse reflejada en una versión de sí misma que no le gustaba.
“No sé si alguien podría volver a trabajar así”, reflexionó finalmente. El método fue efectivo para la película, pero dejó huellas profundas. Aunque Blue Valentine logró retratar con honestidad una relación que se rompe, sus actores también tuvieron que soportar la carga de revivir una separación en carne viva.
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