Caucus Hispano del Congreso condena la propuesta republicana de imponer un impuesto a las remesas
Los del Caucus Hispano del Congreso enviaron una carta dirigida al líder de la Cámara de Representantes donde se oponen al impuesto a las remesas
La figura de Adriano Espaillat ha cobrado mayor relevancia a partir del inicio del segundo mandato de Donald Trump al frente de la presidencia. Crédito: Rod Lamkey, Jr. | AP
Liderado por las transferencias de remesas que los inmigrantes envían a sus naciones de origen.
Bajo la perspectiva del político de origen dominicano y de los otros 42 del CHC, resulta una ofensa gravar parte del dinero ahorrado por los trabajadores que les envían a sus familiares.
“Esta propuesta es nada menos que un ataque dirigido contra las familias inmigrantes. Gravar las remesas —el sustento que se envía para mantener la alimentación, la vivienda y la educación— es discriminatorio, económicamente insensato y moralmente indefendible. Va en contra de los valores estadounidenses y sentaría un peligroso precedente”, señala el documento.
En la carta también se advierte que la propuesta de impuesto afectaría la relación diplomática de Estados Unidos con varias naciones.
“El impuesto propuesto se aplicaría a todos los ciudadanos extranjeros —incluidos los residentes permanentes legales y los titulares de visados temporales— mientras que eximiría a los ciudadanos estadounidenses, estableciendo un sistema fiscal discriminatorio de dos niveles.
Esta política dañaría gravemente las relaciones diplomáticas y económicas de Estados Unidos, en particular con las naciones que dependen de la economía estadounidense”, enfatiza el texto.

De acuerdo con el CHC, en 2023, desde Estados Unidos se enviaron más de $93,000 millones de dólares en remesas consideradas fundamentales para que millones de familias en países de economías vulnerables puedan salir adelante.
De hecho, desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum también se ha manifestado en contra del impuesto a las remesas al considerarlo un doble gravamen, pero sobre todo una violación a un acuerdo firmado con Estados Unidos en 1994.
“Probablemente, incluso quienes viven allá van a seguir enviando las mismas remesas, es decir, enviarían 5% más (asumiendo esa tasa), y lo que se reduciría sería el consumo allá (en Estados Unidos). Y si no, de todas maneras, afectarían pues a los que menos tienen”, expuso en conferencia.
Por el momento, la propuesta del impuesto a las remesas no cuenta con el respaldo necesario para materializarse, pero se proyecta que los conservadores volverán a tratar de impulsarla.
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