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Volkswagen está decidida a liderar el mercado eléctrico

La estrategia incluye nuevos modelos más accesibles, avances en baterías y una expansión clave en mercados como China

El espectacular modelo Volkswagen Teramont Pro

El espectacular modelo Volkswagen Teramont Pro. Crédito: Volkswagen. Crédito: Cortesía

En el corazón de Europa, mientras las ventas de coches eléctricos fluctúan y los fabricantes ajustan sus estrategias, Volkswagen ha decidido tomar el volante con firmeza.

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Con décadas de historia a sus espaldas y una estructura corporativa colosal, el grupo alemán no se conforma con mantenerse competitivo: quiere liderar la revolución eléctrica.

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Lo ha demostrado con cifras, modelos nuevos y una estrategia de precios agresiva que está empezando a dar frutos en los principales mercados del continente.

La reciente fotografía del mercado alemán es reveladora: de los diez coches eléctricos más matriculados, nueve llevan el sello del Grupo Volkswagen.

Aunque muchos atribuyen este dominio a la caída de Tesla en ventas, lo cierto es que el fabricante europeo ha sabido posicionarse inteligentemente en un sector que evoluciona a velocidad récord.

Uno de los puntos que más ha influido en el ascenso de Volkswagen ha sido la decisión de reducir considerablemente el precio de sus vehículos eléctricos.

Un ejemplo claro es el Volkswagen ID.3, que actualmente se ofrece en varios países por un precio que, convertido, ronda los $31,800 dólares antes de ayudas o incentivos. Este reposicionamiento ha facilitado que miles de nuevos compradores consideren por primera vez un eléctrico de la marca.

Pero la ambición de Volkswagen no termina con cifras alentadoras o modelos populares. Según la propia dirección de la empresa, el objetivo final es convertirse en la marca de vehículos eléctricos más vendida del mundo.

Una meta audaz que fue reafirmada recientemente por el propio Martin Sander, director de Ventas de Volkswagen, en una entrevista concedida al medio alemán Auto & Wirtschaft.

“Somos la segunda marca de turismos más grande del mundo y, con diferencia, el líder del mercado europeo. Para nosotros, lo tenemos claro: el futuro será eléctrico, como ya ocurre en otros países, como Noruega, por ejemplo. Nuestro objetivo es ser también líderes del mercado en electromovilidad. Como marca, debemos ser líderes en el campo de la movilidad eléctrica, y tenemos un ambicioso plan para lograrlo”, declaró Sander con determinación.

Este ambicioso plan pasa por una combinación de innovación tecnológica, reducción de costes y expansión internacional. En el plano tecnológico, Volkswagen planea hacer un cambio importante en la química de las baterías que utiliza.

Volkswagen ID.3
Volkswagen ID.3. Crédito: Volkswagen.
Crédito: Cortesía

Hasta ahora, sus modelos más accesibles se basaban en baterías LFP (litio-ferrofosfato), pero para el año 2026 la firma espera implementar baterías NMC (níquel-manganeso-cobalto), lo que permitirá una mayor densidad energética y autonomía sin que el precio se dispare.

El primero de los nuevos modelos que reflejará esta estrategia será el esperado Volkswagen ID.2, un compacto eléctrico que se fabricará en España a partir de finales de 2025.

Con un precio objetivo de partida inferior a los $27,000 dólares, el ID.2 pretende abrir las puertas de la electromovilidad a un público mucho más amplio. Este lanzamiento será clave para consolidar el papel de Volkswagen como líder en el segmento de .

No será el único paso. Según los planes actuales, un año más tarde llegará el ID.1, aún más económico y urbano, y a la par se actualizará el ID.3 con una imagen más fresca y mejoras tecnológicas.

La firma alemana quiere no solo ofrecer variedad, sino también calidad y una experiencia de superior en todos los rangos de precio.

Otro factor determinante en este camino hacia el liderazgo será la adaptación a las normativas medioambientales. En particular, el año 2035 representa un hito importante, ya que es la fecha establecida por la Unión Europea para la prohibición de la venta de coches nuevos con motor de combustión interna.

Sobre este punto, Sander también fue claro: “Pedimos que se flexibilice la prohibición de los motores de combustión. En concreto, se pretende reducir a cero las emisiones locales de CO2 de los nuevos vehículos, lo que en la práctica supone pasar a vehículos eléctricos y de hidrógeno. La legislación actual es la base de nuestra planificación. Estamos convencidos de que la electromovilidad prevalecerá porque los coches eléctricos son el mejor producto”.

Esta convicción ha llevado a Volkswagen a explorar otros horizontes más allá de Europa. Uno de los más estratégicos es China, donde la marca tiene previsto lanzar una gama específica de modelos eléctricos adaptados al gusto y necesidades del consumidor local.

El Volkswagen ID.3 en primer plano
El Volkswagen ID.3 en primer plano. Crédito: Volkswagen.
Crédito: Cortesía

Ese enfoque regionalizado es una novedad para el fabricante alemán, que tradicionalmente había apostado por modelos globales.

Pero quizá una de las revelaciones más interesantes ha venido desde la cúpula directiva del grupo. El CEO de Volkswagen, Oliver Blume, mencionó recientemente que el conglomerado está evaluando seriamente el desarrollo de modelos eléctricos de autonomía extendida, es decir, vehículos que incorporan un pequeño motor de combustión como generador auxiliar.

“Un concepto con gran potencial”, apuntó, dejando la puerta abierta a tecnologías que podrían convivir con el 100% eléctrico por más tiempo del previsto.

En el centro de todo este impulso, sin embargo, sigue estando la necesidad de ser rentable en este nuevo ecosistema. No basta con fabricar eléctricos. Hay que venderlos bien, producirlos eficientemente y ofrecer al cliente un producto que compita no solo con Tesla, sino con una marea de nuevos jugadores, especialmente chinos, que vienen pisando fuerte.

Para ello, la estrategia de Volkswagen es clara: producir localmente cuando sea posible, utilizar plataformas modulares compartidas entre marcas del grupo, y exprimir al máximo la escala industrial. La flexibilidad también será clave, pues muchos países aún no están preparados al 100% para el cambio total al vehículo eléctrico.

En mercados emergentes, por ejemplo, Volkswagen seguirá vendiendo modelos híbridos y de combustión durante algunos años más. Pero en Europa occidental, Estados Unidos y China, la electrificación total será prioritaria.

Por supuesto, este ambicioso plan no está exento de desafíos. La competencia crece, los costes de materias primas fluctúan y la infraestructura de carga aún debe mejorar mucho. Pero Volkswagen parece estar preparada para enfrentar cada obstáculo con la convicción de quien ya se ve liderando una nueva era.

La declaración de Sander lo resume todo: “Nuestro objetivo es ser también líderes del mercado en electromovilidad”.

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