La entrada en vigor de aranceles causó un ajuste en el presupuesto de los estadounidenses
Economistas consideran que, aunque los consumidores todavía tienen un gasto sólido se espera una desaceleración para la segunda mitad del año
El gasto minorista cayó en el mes de abril al 0.1% de los 1.7% registrados en marzo. Crédito: Shutterstock
Las políticas económicas impulsadas por el presidente Donald Trump en los primeros meses de mandato aumentó la incertidumbre entre los estadounidenses y el temor de una posible recesión, lo que causó un ajuste en sus presupuestos.
De acuerdo con cifras oficiales el gasto minorista cayó en el mes de abril al 0.1% de los 1.7% registrados en marzo, y esto se debe según algunos economistas a que los estadounidenses se apresuraron en sus compras para evadir los costos adicionales que supondrían los elevados aranceles a las importaciones.
Al respecto, Chris Rupkey, economista jefe de FwdBonds señaló que “cualquier fortaleza que hayamos visto en la economía durante el primer trimestre, creo que es un espejismo. Las ventas se adelantaron para intentar evitar la subida de precios que seguramente está a la vuelta de la esquina debido a esta guerra comercial con el mundo”, dijo.

Aunque esta semana Estados Unidos y China concretaron reducir los gravámenes durante 90 días, la ofensiva arancelaria impulsada por Donald Trump provocó desconfianza entre los consumidores estadounidenses en los últimos meses.
El gasto de los consumidores en EE.UU. representa dos tercios del PIB, en este sentido la caída de las ventas minorista solo registraría otro trimestre del PIB decepcionante. Por su parte, economistas de Morgan Stanley comentaron que “el consumidor se encuentra en un punto de partida sólido, pero esperamos una desaceleración en la segunda mitad del año a medida que los aumentos de precios de los aranceles pesan sobre el poder adquisitivo”, comentaron.
No obstante, los economistas de JPMorgan indicaron que las probabilidades de una recesión este año disminuyeron a menos del 50%, esta previsión podría generar confianza entre los consumidores estadounidenses a medida que la economía se sigue ajustando.
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