Trump pretende que EE.UU. fabrique sus propios medicamentos para evitar un desabasto en caso de guerra
El presidente Trump pretende cortar la dependencia a las importaciones de productos farmacéuticos y desea producirlos internamente
Donald Trump pretende que Estados Unidos no dependa de los productos farmacéuticas comercializados por otros países. Crédito: Alex Brandon | AP
Con el objetivo de que Estados Unidos no dependa de terceros para acceder a medicamentos en caso de que surja una guerra, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva destinada a incentivar su fabricación internamente y además a reducir el tiempo necesario para aprobar nuevas plantas farmacéuticas.
Bajo este enfoque, la istración de Alimentos y Medicamentos (FDA) deberá eliminar requisitos innecesarios, agilizar las revisiones y trabajar con los fabricantes de medicamentos nacionales hasta lograr la autosuficiencia médica del país.
“No queremos comprar nuestros productos farmacéuticos de otros países porque, si estamos en guerra, tenemos un problema. Queremos poder fabricarlos nosotros mismos.
Al invertir en el futuro, traeremos permanentemente nuestras cadenas de suministro médico a casa. Produciremos nuestros suministros médicos, productos farmacéuticos y tratamientos aquí mismo, en Estados Unidos”, escribió el republicano de 78 años en una hoja informativa divulgada por la Casa Blanca.
El gobierno califica como “inaceptable” el hecho de que, bajo las condiciones heredadas por la istración anterior, construir nueva capacidad de fabricación de productos farmacéuticos implicaría entre cinco y 10 años lograrlo, situación que pone en riesgo a la seguridad nacional.

Por ello, la Agencia de Protección Ambiental asumirá el reto de acelerar la construcción de instalaciones donde puedan producirse medicamentos, ingredientes farmacéuticos activos y diversos materiales necesarios para garantizar la óptima salud de los ciudadanos.
Mientras tanto, el jefe de la nación no descarta la posibilidad de imponer aranceles a las importaciones farmacéuticas, las cuales habían estado exentas para evitar ocasionar posibles problemas, pues se estima que Estados Unidos gasta anualmente más de $200,000 millones de dólares en medicamentos producidos en otros países.
Otro punto a destacar es que la FDA deberá incrementar las tarifas de inspección a las plantas extranjeras donde se producen fármacos e incluso elaborar una lista de las instalaciones que no cumplan con los requisitos establecidos para realizar dicha tarea.
Para evitar verse afectados por posibles aranceles, los grandes laboratorios que operan en Estados Unidos ya han comenzado a reestructurar sus cadenas de producción y distribución relocalizando a proveedores de los materiales que requieren dentro de Estados Unidos ya no volteado hacia otras naciones como lo venían haciendo anteriormente para obtener mayores márgenes de ganancia.
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