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Estudio revela que medicamentos como Ozempic trata eficazmente enfermedades hepáticas

La semaglutida muestra eficacia en tratar MASH, una grave enfermedad hepática, además de sus ya conocidos beneficios contra la diabetes y la obesidad

Investigación asocia la semaglutida con menor riesgo de sobredosis de opioides

La semaglutida, una molécula que actúa sobre el receptor del péptido similar al glucagón (GLP-1R), es conocida por sus efectos en la regulación del azúcar en la sangre. Crédito: MillaF | Shutterstock

La semaglutida, conocida mundialmente por su efectividad en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la pérdida de peso, podría tener un nuevo y prometedor uso médico, combatir una enfermedad hepática grave llamada MASH, siglas en inglés de esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica.

Esta condición, antes conocida como NASH, implica una acumulación peligrosa de grasa en el hígado que puede derivar en inflamación, cicatrización y daño hepático irreversible, muchas veces silencioso.

Un ensayo clínico de fase 3 llevado a cabo en 37 países reveló hallazgos esperanzadores sobre el uso de semaglutida en pacientes con MASH. El estudio, que se extendió por 72 semanas y contó con la participación de 800 personas, demostró que una inyección semanal del fármaco logró una mejoría significativa en cerca del 63% de los pacientes tratados, en comparación con poco más del 34% en el grupo que recibió placebo.

El avance va más allá de una simple mejoría en los síntomas. En términos de fibrosis hepática, una forma de cicatrización progresiva del hígado que puede conducir a cirrosis y cáncer, los resultados también fueron alentadores.

Cerca del 37% de los pacientes tratados con semaglutida mostraron una reducción en la fibrosis, frente al 22% de quienes recibieron placebo. Aún más destacable es que un 32,7% de los tratados con el medicamento mejoraron tanto en su enfermedad hepática como en la fibrosis, el doble de lo alcanzado en el grupo de control.

El investigador principal del estudio, el doctor Arun Sanyal, profesor de medicina en la Universidad Commonwealth de Virginia, subrayó la importancia de estos resultados.

“No solo observamos una mejoría en el hígado, sino también una influencia positiva sobre los procesos metabólicos que causan esta enfermedad. Si la semaglutida se aprueba para este uso, se abriría una opción terapéutica fundamental para millones de pacientes”, afirmó.

La semaglutida pertenece a una clase de medicamentos conocidos como agonistas del receptor GLP-1. Estos compuestos imitan la acción de una hormona natural que regula el apetito, los niveles de glucosa y otros procesos metabólicos claves. Su capacidad para reducir la inflamación, promover la pérdida de peso y mejorar la sensibilidad a la insulina parece ser lo que contribuye a frenar el daño hepático en pacientes con MASH.

El efecto placebo también jugó un papel interesante en este ensayo, como ocurre con frecuencia en estudios clínicos. Muchos pacientes del grupo de control mejoraron, posiblemente porque sabían que estaban siendo monitoreados, lo que los motivó a adoptar hábitos más saludables. Sin embargo, la superioridad de los resultados en el grupo tratado con semaglutida es contundente.

Solución sostenible

Aunque estos resultados son considerados un hito en la investigación médica, el ensayo se encuentra en curso y se extenderá durante cinco años con una población más amplia. La comunidad científica busca comprobar si los efectos positivos se mantienen a largo plazo y si el tratamiento puede establecerse como una solución sostenible.

Actualmente, solo existe una opción aprobada para tratar la MASH, lo que hace que la necesidad de nuevas alternativas sea urgente. Además, esta enfermedad está estrechamente ligada a otros problemas crónicos como la obesidad, la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y renales.

La posibilidad de que un solo fármaco como la semaglutida actúe de forma integral sobre varias de estas afecciones podría transformar la forma en que se abordan los trastornos metabólicos.

Para los investigadores, este avance ofrece un cambio de paradigma. “Atacar la enfermedad hepática y sus causas metabólicas al mismo tiempo nos acerca a un enfoque integral y más eficaz. Estamos ante una nueva oportunidad terapéutica”, concluyó Sanyal.

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