CDC dicen que los casos de tos ferina se han duplicado en un año
Tos ferina repunta en EE. UU. con más de 8.000 casos en abril. La baja vacunación preocupa a expertos ante el riesgo para niños, bebés y adultos vulnerables
Crédito: Helen Sushitskaya | Shutterstock
El número de casos de tos ferina en Estados Unidos ha comenzado a escalar en lo que va de 2025, generando preocupación entre las autoridades sanitarias y los especialistas en enfermedades infecciosas.
Durante la segunda semana de abril se contabilizaron al menos 8.064 casos, una cifra que duplica los registros del mismo período en 2024, cuando se reportaron poco más de 3.800 contagios. Este incremento ha llamado la atención de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que ya advierten sobre un posible repunte histórico de la enfermedad.

La tos ferina, también conocida como pertussis, es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa que afecta a personas de todas las edades, aunque representa un riesgo mayor para bebés, niños pequeños y personas con sistemas inmunológicos debilitados.
En los primeros meses del año se han confirmado varias muertes vinculadas a esta infección, entre ellas la de un niño menor de cinco años en el estado de Washington el primer fallecimiento de este tipo en ese estado desde 2011, dos bebés en Luisiana y un adulto en Idaho. Estas muertes han encendido las alarmas sobre la gravedad del brote y el impacto que puede tener en los sectores más vulnerables de la población.
Las autoridades sanitarias temen que, si la tendencia continúa, este año podría cerrar con alrededor de 70.000 casos confirmados, lo que lo convertiría en el peor año para la tos ferina desde mediados del siglo pasado.
Esta proyección es especialmente inquietante si se considera que, gracias a la introducción de la vacuna en la década de 1940, la enfermedad había logrado reducirse en más del 90% con respecto a los niveles previos a la inmunización. Antes de la vacuna, se estimaban hasta 200.000 casos anuales y miles de muertes infantiles en todo el país.
Aunque existen vacunas efectivas para prevenir la tos ferina la DTaP para bebés y niños pequeños y la Tdap para mayores de siete años, adultos y mujeres embarazadas, las tasas de vacunación han venido en descenso en los últimos años.
La enfermedad aumentó durante 2024
Según datos preliminares de los CDC, más del 7% de los niños de entre seis meses y seis años que contrajeron la enfermedad en 2024 no habían recibido la vacuna, lo que representa el porcentaje más alto registrado desde al menos 2021. Además, durante el año escolar 2023-2024, la cobertura entre niños de jardín de infantes se ubicó en 92,3%, lejos del 95% observado antes de la pandemia de COVID-19.
Expertos como Chad Neilsen, director de control y prevención de infecciones en Nemours Children’s Health en Florida, atribuyen este descenso a factores como la fatiga social generada por la pandemia y la proliferación de desinformación sobre la seguridad y efectividad de las vacunas.
Neilsen advierte que muchas personas han bajado la guardia frente a enfermedades que parecían controladas, y destaca que algunos médicos jóvenes nunca han visto un caso de tos ferina, porque la vacunación masiva había logrado mantenerla bajo control durante décadas.

La tos ferina es causada por la bacteria Bordetella pertussis, que se adhiere a las vías respiratorias superiores y libera toxinas que provocan inflamación y daños en los cilios, pequeñas estructuras similares a vellos que ayudan a eliminar partículas del tracto respiratorio.
Los síntomas iniciales pueden confundirse con los de un resfriado común, pero en cuestión de semanas evolucionan a intensos ataques de tos que pueden prolongarse hasta por tres meses. Aunque el tratamiento con antibióticos puede aliviar la enfermedad si se aplica de manera oportuna, la mejor defensa sigue siendo la prevención mediante la vacunación.
Sigue leyendo: