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Células del intestino podrían “revertir” alergias alimentarias

Científicos hallan células clave en el intestino que previenen alergias alimentarias al regular la respuesta inmunitaria a proteínas de los alimentos

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La exposición temprana a ciertos alimentos, como cacahuetes y huevos, podría ser clave para reducir el riesgo de desarrollar alergias. Crédito: TANAPAT LEK.JIW | Shutterstock

Un avance significativo en la comprensión del sistema inmunitario ha sido logrado por un equipo de investigadores de NYU Langone Health, al identificar un tipo especial de célula inmunitaria en el intestino que desempeña un papel crucial en la prevención de alergias alimentarias.

Estas células, denominadas células dendríticas tolerogénicas, actúan como mediadoras entre el sistema inmunitario y las proteínas alimentarias, enseñando al organismo a no reaccionar de forma desproporcionada ante sustancias que no representan una amenaza.

El sistema inmunitario humano está diseñado para detectar y eliminar agentes dañinos, como virus y bacterias, pero también debe aprender a ignorar sustancias inocuas.

Entre estas se encuentran no solo las propias células del cuerpo, sino también elementos externos beneficiosos como los alimentos y las bacterias intestinales. Aunque esta capacidad de “tolerancia” es vital para evitar reacciones perjudiciales como las alergias, los mecanismos que la controlan han sido poco comprendidos hasta ahora.

En este nuevo estudio, publicado en la revista Nature, se revela que las células dendríticas tolerogénicas utilizan dos proteínas esenciales —RORγt y Prdm16— para ejercer su función. Estas proteínas les permiten proteger los alimentos tolerados frente a una respuesta inmunitaria destructiva.

Cuando estas células fallan o están ausentes, los investigadores observaron un aumento significativo en la probabilidad de desarrollar alergias alimentarias y asma en modelos animales.

La investigación se llevó a cabo principalmente en ratones, donde los científicos pudieron comprobar que, sin estas células especializadas, los animales desarrollaban una mayor cantidad de linfocitos T inflamatorios, los cuales desencadenan reacciones alérgicas ante alimentos comunes.

Por el contrario, cuando las células dendríticas tolerogénicas están presentes y funcionales, se produce una mayor cantidad de linfocitos T reguladores. Estos últimos son clave para suprimir la inflamación y garantizar que el sistema inmunitario no reaccione de manera innecesaria.

Este hallazgo se suma a investigaciones anteriores del mismo equipo, que ya habían demostrado que las células dendríticas tolerogénicas ayudaban a mantener la armonía con las bacterias beneficiosas del intestino. No obstante, hasta ahora no se había confirmado su papel en la regulación de la respuesta inmunitaria a proteínas alimentarias.

Sistema inmunológico

Dan Littman, investigador principal del estudio, destacó que este descubrimiento no solo profundiza en la comprensión del sistema inmunológico, sino que también abre la puerta a nuevas terapias contra las alergias.

“Si podemos aprovechar estas células para inducir la producción de linfocitos T reguladores, podríamos tratar alergias alimentarias como la del cacahuete de forma más efectiva y segura”, afirmó el profesor, quien también forma parte del Instituto Médico Howard Hughes.

Los científicos también llevaron su análisis más allá de los ratones. Al estudiar muestras humanas y bases de datos genéticos, identificaron equivalentes humanos de estas células tolerogénicas en el tejido intestinal.

A pesar de que todavía se desconoce su cantidad exacta en el cuerpo humano y su implicación en otras formas de tolerancia inmunitaria, los autores del estudio aseguran que el trabajo realizado facilitará nuevas líneas de investigación.

Entre los próximos pasos, el equipo espera poder desentrañar el proceso de desarrollo de estas células dentro del organismo, así como las señales biológicas que necesitan recibir para funcionar correctamente.

Esto permitiría en el futuro manipularlas de manera terapéutica, no solo para tratar alergias, sino posiblemente para prevenir enfermedades autoinmunes como la enfermedad de Crohn.

Este descubrimiento no solo es un paso importante en la lucha contra las alergias alimentarias, sino también una muestra del complejo equilibrio que mantiene nuestro sistema inmunitario entre defensa y tolerancia.

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