Aumentó la tasa de mortalidad materna en Estados Unidos
Las muertes relacionadas con el embarazo aumentaron 28% en EE. UU. entre 2018 y 2022, con grandes disparidades por estado, raza y a salud
La salud mental de la mujer latina, un problema que todavía está muy lejos de ser analizado. Crédito: KieferPix | Shutterstock
Entre 2018 y 2022, Estados Unidos registró un incremento del 28% en las muertes relacionadas con el embarazo, según un estudio reciente publicado en la revista científica JAMA Network Open.
A lo largo de ese período, se contabilizaron 6.283 muertes maternas, una cifra que pone en evidencia la situación del sistema de salud materna como las profundas desigualdades existentes según el estado de residencia, el origen racial o étnico, y el a la atención médica.
El análisis, realizado a partir de datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), mostró que la tasa nacional pasó de 25,3 muertes por cada 100.000 nacimientos en 2018 a un pico de 44,1 en 2021.
Aunque en 2022 hubo una leve mejoría con una reducción a 32,6, el panorama sigue siendo crítico. El grupo de edad que mostró el mayor incremento fue el de mujeres entre 25 y 39 años, una etapa clave para la maternidad, lo que subraya la urgencia de implementar políticas públicas enfocadas en mejorar la salud perinatal.
Si bien el estudio no analizó directamente las causas del aumento, los investigadores sugieren que la pandemia de COVID-19 pudo haber sido un factor determinante, afectando tanto la atención médica directa como la infraestructura sanitaria, sobre todo durante los momentos más críticos de 2021.
Una de las autoras del estudio, la doctora Rose Molina, obstetra del Centro Médico Beth Israel Deaconess, destacó la enorme disparidad en las cifras estatales. En el sur del país, Alabama reportó la tasa más elevada, con 59,7 muertes por cada 100.000 nacidos vivos, seguida muy de cerca por Misisipi con 58,2.
En contraste, California registró la tasa más baja con 18,5, seguida por Minnesota con 19,1. Molina advirtió que estas diferencias reflejan desigualdades profundas en a servicios esenciales como atención prenatal, cobertura médica a través de Medicaid, e incluso en la calidad del cuidado durante el parto y el posparto.
“Una mujer embarazada no debería tener un riesgo de muerte radicalmente distinto solo por vivir en un estado diferente”, dijo Molina. “Si todos los estados hubiesen alcanzado el desempeño de California, se podrían haber evitado 2.679 muertes en cuatro años”.
Los servicios de salud mental son clave
Una parte significativa de las muertes se produjo meses después del parto. De las más de seis mil muertes registradas, 1.891 ocurrieron entre las seis semanas y el año posterior al final del embarazo.
Esta categoría, conocida como muerte materna tardía, representa una brecha crítica en la continuidad del cuidado médico. Los investigadores destacan que muchas mujeres enfrentan dificultades para acceder a servicios de salud mental, atención primaria y seguimiento médico después del parto, lo que contribuye a resultados fatales evitables.
Además, se identificaron causas comunes como enfermedades cardiovasculares, cáncer, trastornos de salud mental y muertes vinculadas al consumo de sustancias como el alcohol o las drogas.
Estados Unidos continúa liderando la tasa de mortalidad materna entre los países de altos ingresos. Para Molina, esto refleja la necesidad de mantener el enfoque en la salud materna como una prioridad nacional.
“No podemos darnos el lujo de mirar hacia otro lado”, afirmó. “Es fundamental invertir en políticas e infraestructura que garanticen un equitativo a cuidados prenatales, del parto y posnatales de calidad para todas las mujeres, sin excepción”.
Sigue leyendo:
