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Obstáculo en el Congreso

Los republicanos no cooperan con Obama en la crisis humantiria de los niños migrantes

Política

Los republicanos en la Cámara de Representantes se han pasado el último año negándose a debatir el proyecto de reforma migratoria comprehensiva aprobada por el Senado en el 2013. Además han cerrado las puertas a la posibilidad de que se estudie cualquier otro proyecto de ley sobre este tema, a no ser los de índole punitivo.

Hace poco el Presidente Obama solicitó al Congreso fondos adicionales para contratar nuevos jueces para acelerar los procesos migratorios que se encuentran estancados por falta de personal y recursos, los líderes republicanos ignoraron este pedido.

Ahora, luego de que se hiciera pública la crisis humanitaria de los menores de edad que están cruzando la frontera solos, el Presidente Obama ha pedido al Congreso fondos adicionales, específicamente 3,700 millones de dólares que servirían para cubrir los gastos que genera la presencia de los 52,000 menores, para contratar mas personal para que controle la frontera. Además aumenta el número de jueces de inmigración y de esta manera acelerar el procesamiento y la posible repatriación de los menores que no calificarían para establecerse en el país.

La respuesta republicana ha sido una vez más la negativa. Inicialmente exigieron que el Presidente Obama cancele el programa de acción diferida que beneficia a los “soñadores”. Ahora piden que se envíe a la Guardia Nacional a la frontera; se reforme una ley aprobada suscrita en 2008 por George W. Bush que exije que cualquier menor proveniente de cualquier país, menos México y Canadá, debe ser remitido a las autoridades de salud primero, y después ser procesado por un juez migratorio; y, que se aumenten de manera general el número de inmigrantes no autorizados deportados por la istración.

Una vez más, Boehner y su séquito del Tea Party en la Cámara Baja no ofrecen ninguna solución al problema migratorio actual, y mucho menos al problema migratorio en general.

El juego político es simple, culpar al presidente Obama por todos los problemas y aportar cero soluciones para resolverlos.

La crisis humanitaria que se vive en la frontera ha llegado en el momento preciso para los republicanos, les permite mantener al Presidente Obama contra las cuerdas.

Si Obama deporta a los menores de manera expedita, va a acrecentar su imagen de “deportador en jefe”, y el Partido Demócrata sufrirá las consecuencias en las urnas en noviembre 2014; si Obama decide concederles algún estatus a estos menores, será visto como débil ante la inmigración ilegal, lo que seguramente beneficiará a los candidatos republicanos.

El sentido común indicaría que este es el momento preciso para dejar el partidismo político de lado y darle solución a un problema de índole humanitario, y de una vez al problema general en materia migratoria. Desafortunadamente no va a pasar, una vez más la politiquería le gana a la razón, y una vez más son los republicanos los que bloquean cualquier acción positiva que se pudiera tomar en materia migratoria. Prohibido olvidar.

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